Zamora, una ciudad que cuenta con muchos atractivos turísticos que hacen de ella una ciudad única para dar largos paseos y dejarse envolver por la historia.
Ciudad rica en historia, en cultura y en gastronomía, Zamora invita a pasear por sus encantadoras calles y a disfrutarla con los 5 sentidos: desde sus monumentos a su rica tradición culinaria, pasando por los sonidos de una ciudad que se envuelve en recogimiento durante la Semana Santa y produce grandes vinos de cuatro diferentes denominaciones de origen.
Su casco antiguo amurallado la ha hecho merecedora de obtener ya en los años 70 la calificación de conjunto histórico artístico. El arte románico prevalece en toda la ciudad en monumentos civiles y eclesiásticos, entre los que destaca la catedral de Zamora, visita ineludible.
Puerta del Obispo de la Catedral de Zamora
La historia de este edificio con planta de cruz latina y tres naves se remonta al siglo XII. En ella podemos encontrar múltiples obras y formas románicas y además alberga el museo catedralicio, en el que se puede disfrutar de una magnífica colección de tapices franco-flamencos de los siglos XV Y XVII. Cerca de la catedral podemos encontrar la Casa de Arias Gonzalo, también conocida como Casa del Cid, ya que en ella se crió junto a los hijos de este aristócrata zamorano, que constituye una de las escasas muestras civiles de arte románico. Por esta zona se puede acceder al mirador del Troncoso, un espacio en el que relajarse contemplando unas maravillosas vistas del río Duero.
Castillo de Zamora. Foto: Miguel Ángel Quintas
Si además de la arquitectura eclesiástica quieres disfrutar de las maravillas de la arquitectura civil en Zamora, te recomendamos que te pierdas entre las murallas y paredes del Castillo de Zamora. Data del siglo XI aunque también es cierto que de esta época quedan pocos restos. Actualmente se conserva el perímetro del castillo, rodeado de un foso que se halla casi íntegro. Los muros de mayor importancia, el patio de armas y la torre del homenaje también han llegado hasta nuestros días.
Su estilo predominante es el románico, aunque se le han ido practicando modificaciones de estilo y siglos posteriores. Junto al Castillo de Zamora, puedes disfrutar de un rato maravilloso en los jardines de la zona conocida como Parque del Castillo. Sin duda todo el conjunto es un BIC (Bien de Interés Cultural) que no te puedes perder en tu visita.
Pieza del Museo Etnográfico de Castilla y León. Foto: Nicolás Pérez
Qué hacer en Zamora
Los 23 templos en el término municipal y 14 iglesias en el casco histórico de Zamora la han convertido en la ciudad con mayor número y calidad de templos románicos de Europa, por lo que es recomendable, una vez estemos en Zamora, dedicar algo de tiempo a planificar una ruta especifica dedicada a este estilo artístico.
Otra buena idea es visitar el Museo Etnográfico de Castilla y León, cuya exposición permanente ilustra la vida tradicional de los habitantes de Castilla y León, teniendo en cuenta la religión, los mitos, las fiestas, los enseres y trajes utilizados, entre otros, a través de más de 10.000 piezas diferentes.
Procesión del Cristo de la Buena Muerte. Foto: Antramir
Además la Semana Santa de Zamora está considerada de interés turístico internacional desde 1.986. Procesiones como la de las “capas pardas”, la de las Siete Palabras o la de la Cofradía de Jesús Nazareno del Viernes Santo (precedida por el merlú, pareja de congregantes de la cofradía que reúne a los demás hermanos para comenzar el desfile; uno de los símbolos de la Semana Santa zamorana) son una perfecta muestra de la sobriedad que empapa esta manifestación religiosa en Castilla y León.
Pero como no solo de visitas culturales vive el hombre, te recomendamos que disfrutes también de su gastronomía a través de los ricos alimentos de Zamora, tanto de sus platos típicos como de sus vinos con denominación de origen. Los productos que son el resultado de la actividad agrícola y ganadera de Zamora son el gran emblema de su cocina. No se puede visitar Zamora sin dejar de probar el delicioso arroz a la zamorana, la exquisita ternera de Aliste, las mollejas a la zamorana o un clásico “dos y pingada” (dos huevos fritos con jamón), tradicional comida del Domingo de Resurrección en Semana Santa. Los más golosos no deberían dejar de probar las cañas zamoranas: cilindros de masa frita rellenos de crema.
También puede ser buena idea darse un paseo por el Mercado de Abastos, típica construcción de principios del siglo XX tras cuyos muros de ladrillo rojo y enormes ventanales a cada entrada se podrá disfrutar de la rica variedad de productos zamoranos disponibles en los diferentes puestos.
Mercado de Abastos, Zamora. Foto: Tamorlan
El Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales, dedicado a difundir cómo eran las ciudades europeas durante la Edad Media, las Aceñas de Olivares, antiguos molinos del siglo X hoy reconvertidos en un Centro de Interpretación de las Industrias Tradicionales Asociadas al Agua, o el Palacio de los Condes de Alba y Aliste, hoy Parador de Zamora, ofrecerán al visitante una visión de la ciudad con la que será fácil sentirse transportado al pasado.
Dónde comer
Los caprichos de Meneses (Plaza San Miguel, 3). En pleno centro de Zamora y en un edificio del siglo XIX se puede disfrutar de una interesante propuesta gastronómica, en barra o restaurante, un buen servicio y una nutrida carta de vinos.
El rincón de Antonio (Rua de los Francos, 6) ofrece una cocina zamorana tradicional actualizada en un antiguo local, una casona del siglo XIX, cuya decoración, como la cocina, combina con tino la tradición y la vanguardia. Su cocina de temporada se puede disfrutar tanto en restaurante como en barra y se puede acompañar por alguno de los fantásticos vinos de su generosa bodega.
Puedes aprovechar tu visita para acercarte a El Ermitaño (Benavente), único restaurante en Zamora con dos Soles Repsol. En el terreno de una antigua casa señorial, Pedro Mario y Óscar Manuel se hicieron cargo del negocio de sus padres para reconvertirlo en un restaurante que desde las raíces de la cocina tradicional evoluciona hacia nuevos conceptos en este restaurante con más de 25 años de historia.
Y muy cerca de Benavente, en Castroverde de Campos, otro recomendable local es sin duda El Labrador – Lera, donde Cecilio y Luis Alberto ofrecen una cocina de raíces. Durante el mes de noviembre celebra sus famosas jornadas de caza, con más de 20 años de historia.
No te olvides de llevarte…
Zamora cuenta con 4 denominaciones de origen que son la de Toro, Tierra del vino, Arribes y Valles de Benavente. Sus vinos son ideales para acompañar el queso zamorano, los garbanzos de Fuentesaúco o las lentejas de Tierra de Campos. Productos típicos que sentarán de maravilla si se disfrutan durante los fríos inviernos zamoranos.
Y no puede faltar en esta selección el queso zamorano. Al fin y al cabo, Zamora es una de las provincias que concentra mayor número de cabezas de ganado ovino de España. Esta característica, junto con la larga tradición artesana de los queseros zamoranos convierten a este queso en una auténtica joya gastronómica.
Otros productos que merecen la pena adquirir en tu visita a Zamora es el Chorizo zamorano, que junto con el Chorizo de Cantimpalos son los únicos chorizos de España con certificación específica, la ya mencionada ternera de Aliste o los garbanzos de Fuentesaúco.
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