A mitad de camino entre Castilla y Asturias y embebida de las tradiciones de estas tierras llenas de encanto se encuentra León, una de las ciudades más ricas de España en cuanto a patrimonio histórico, cultural, natural y gastronómico.
La fundación de la ciudad ahonda sus raíces muy lejos en la historia y se remonta a casi 2.000 años de antigüedad, cuando la legión romana fijó uno de sus campamentos en los alrededores de los ríos Bernesga y Torío, estableciendo el primer núcleo de lo que hoy es la capital leonesa. Su largo recorrido está plagado de momentos fundamentales en la historia de España y del mundo; no en vano está considerada la cuna del parlamentarismo democrático, que muchos investigadores atribuyen a las cortes convocadas en esta ciudad por el rey Alfonso IX en 1188.
A lo largo de los siglos, la ciudad se ha ampliado y enriquecido, gracias a su geografía privilegiada y a su condición de importante lugar de paso en el camino de Santiago. Incluso hoy en día, León conserva ese rasgo de ciudad abierta y acogedora, no sólo con los peregrinos, sino con todo el que decida pasar unos días y descubrir sus secretos. Y es que las razones para visitar León y sus alrededores no faltan, como bien saben todos los que han tenido el gusto de pasear por sus calles.
Qué ver en León
La ciudad de León posee un gran patrimonio histórico, que abarca veinte siglos de historia, y casi todas sus principales atracciones se encuentran ubicadas en el casco antiguo. Sin duda, la Catedral es el monumento más famoso de la ciudad. Construida en estilo gótico francés, su fachada principal presenta dos torres muy altas y un rosetón central con grandes vidrieras que son un milagro de la artesanía del siglo XIII. Uno de los rasgos principales de la Catedral de León son, en efecto, las grandes vidrieras presentes en todo el perímetro de la iglesia, un total de 125, que inundan de luz el interior y le han valido al templo el apodo de Casa de la Luz. Las obras de construcción se remontan al comienzo del siglo XIII, y el templo se alza sobre las ruinas de unas antiguas termas romanas.
En las inmediaciones de la Catedral se encuentra la Colegiata de San Isidoro, uno de los templos más queridos por los leoneses y con una historia muy antigua y compleja. En las ruinas de un antiguo templo romano dedicado al dios Mercurio, se construyó el primer núcleo del templo que hoy es la Colegiata. Posteriormente, con la irrupción de la dominación árabe en España, la iglesia fue arrasada y las labores de reconstrucción volvieron a empezar tras la Reconquista, bajo el reinado del Rey Alfonso V. En esta época, fueron trasladadas hasta el templo las exequias de reyes y reinas leoneses y la basílica se convirtió también en Panteón de los Reyes.
Su nombre se remonta a mediados del año 1000, cuando para dar más importancia a la iglesia, los restos de San Isidoro de Sevilla fueron trasladados hasta el templo, donde hasta el día de la fecha descansan. Muchos peregrinos del Camino de Santiago que buscaban conseguir las correspondientes indulgencias han traspasado su Puerta del Perdón. A día de hoy, parte de sus instalaciones han sido transformadas en un moderno hotel que combina la comodidad de un alojamiento actual con el respecto a un emblemático edificio.
Los amantes del modernismo y del estilo neogótico también pueden disfrutar en pleno casco histórico de León de una de las pocas obras comisionadas al genial arquitecto Antoni Gaudí fuera de Cataluña: el famoso Palacio de Botines, construido para la familia Fernández y Andrés. Hoy en día, justo en frente del palacio, puede apreciarse una estatua del propio Gaudí sentado en banco y escribiendo unas notas.
Si, desde el centro, nos encaminamos a uno de los puntos de referencia del León moderno, el MUSAC, será inevitable encontrarnos con la majestuosidad de otro de los edificios emblemáticos de León: el antiguo convento de San Marcos, sede actual del Parador de León. La conversación arquitectónica que entabla con otro referente del León moderno, el Auditorio, junto a la cercanía del río Bernesga convierte a la Plaza de San Marcos en un magnífico espacio para disfrutar de un paseo tranquilo. Joya del Renacimiento español, entre sus múltiples elementos reseñables destaca su fachada en cuyo zócalo, si se tiene tiempo y paciencia, se puede jugar a localizar los personajes que se encuentran en sus medallones: desde Julio César o Alejandro Magno a Carlos I o Felipe II, pasando por los Reyes Católicos, el Cid o Carlomagno, entre otros.
Qué hacer en León
León es una de estos lugares mágicos en los que pasado y presente, tradición e innovación, se funden y regalan a sus visitantes experiencias y recuerdos inolvidables. El casco histórico de la ciudad no sólo es un lugar en el que aprender historia y admirar bellezas arquitectónicas, sino que hoy en día es un lugar que invita a la diversión, al disfrute y al ocio de calidad. La calle Ancha, una de las más famosas de León, es punto clave dentro de uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad: el Barrio Húmedo. Aquí se puede disfrutar de las gran gastronomía de León con ofertas para todos los bolsillos y para todos los gustos, desde los restaurantes más exclusivos y famosos, hasta los bares de tapas, con unos vinos excelentes y cervezas de barril tiradas con arte. Dentro del barrio, merece la pena pasear por la estrecha calle Matasiete donde, según la leyenda, un caballero mató a siete alguaciles fruto de la reyerta iniciada en la taberna del “Tío Joroba”, un espacio único para poder imaginar aquellas historias de capa y espada para las que las calles de este barrio de León ofrece un escenario excepcional.
El Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), ubicado en la Avenida Reyes Leoneses, es un destino fundamental en cuarto a arte contemporáneo en España y constituye por tanto una cita ineludible en toda visita a la capital del Bernesga, ya sea para disfrutar de su colección permanente, con magníficas aportaciones artísticas de finales del siglo XX y del siglo XXI, de su variada e interesante programación o, simplemente, de su emblemático edificio, Premio Mies van der Rohe de Arquitectura (máximo reconocimiento europeo en este ámbito) en 2007.
A pocos metros, se levanta otro singular edificio del León más actual, el Auditorio Ciudad de León, que alberga interesantes exposiciones así como espectáculos de teatro, danza…
Los más alternativos pueden disfrutar cada año del Purple Weekend, festival mod de fama internacional y cita fundamental de todo amante de la cultura de la década de los sesenta. Creado por el líder de Los Flechazos y con cerca de treinta años de historia, gracias a él cada año León recibe a multitud de scooters, parkas y a algunos de los mejores grupos de la escena sesentera patria y extranjera.
Por último, para disfrutar de las mejores vistas de la capital del Bernesga, nada mejor que subir a Nimú. Situado en la azotea del Hotel Conde Luna, la terraza de este bistró es el punto más alto de la ciudad y ofrece un panorama ideal tanto para dar la bienvenida a León como para despedirse de esta maravillosa ciudad, mientras se disfruta de una estupenda comida, de un buen vino o, por qué no, de una copa desde el cielo leonés.
Dónde comer en León
En el ya mencionado Barrio Húmedo se encontrarán mil bares donde disfrutar de la tapa de cortesía y buenos vinos de la tierra. La visita a la peculiar La Bicha para disfrutar de la morcilla de León es muy recomendable como experiencia, pero también se puede optar por la típica carne a la piedra en establecimientos como La Gitana (Travesía Carnicerías, 7). Si el tiempo lo permite, se puede disfrutar después de una copa en la terraza de El Grifo, en la Plaza del Grano (oficialmente conocida como Plaza de Santa María del Camino). En este caso, es aconsejable un calzado cómodo, sobre todo para las mujeres, que si no muy probablemente dejarán sus tacones en alguno de los adoquines que configuran su suelo empedrado.
Un establecimiento que no debe faltar en toda visita es Cocinandos (C/ Campanillas, 1, León): por su Estrella Michelin, por ser uno de los establecimientos con este reconocimiento que cuenta con uno de los menús más asequibles, por su Sol Repsol, por su menú, que cambia cada semana, por su interpretación de la cocina tradicional leonesa o, simplemente, para disfrutar del arte y la simpatía de Yolanda y Juanjo.
BeCook (C/ Cantareros, 2) ofrece una cocina moderna y actual en un ambiente sofisticado y elegante. La cocina de sus jóvenes chefs se basa en un producto de calidad tratado con formas novedosas pero respetuosas, como se puede disfrutar en platos tan sorprendentes como ‘El oro de León’, su particular versión de la morcilla de León.
También podemos aprovechar para realizar una pequeña escapada a la bonita ciudad de Astorga y disfrutar así del Restaurante Serrano. Con un Sol Repsol y dos generaciones de historia a sus espaldas, este local aúna el mejor producto de temporada con una cocina basada en las raíces que explora nuevos ámbitos.
No te olvides de traerte…
Botillo. Elaborado con piezas troceadas procedentes del despiece, condimentadas y embutidas en el ciego del cerdo para posteriormente pasar por un proceso de ahumado y semicurado, este típico producto de El Bierzo es uno de los más famosos dentro y fuera de León.
Cecina. Esta carne de vacuno es sometida a un proceso de curación y secado por un periodo de tiempo superior a 7 meses, como explica su Consejo Regulador. Este cuidado proceso es el que le da su apariencia; ligeramente parda por fuera mientras que al corte presenta un color que puede variar del cereza al granate y con un ligero veteado de grasa que le aporta su jugosidad característica. Además de su sabor, entre sus muchas ventajas figura su bajo contenido en grasas.
Alubia de La Bañeza. Las blancas destacan por su mantecosidad y las de color por su sabor. Explican en su Consejo Regulador que agrupa a cuatro variedades distintas: en pintas, la Pinta y la Canela; en blancas, la Riñón y la Plancheta. Todas ellas son ideales para un buen guiso, ya que aportarán un tacto al paladar suave, con baja sensación de harinosidad.
Garbanzo pico pardal. Imprescindible en el cocido maragato, es un garbanzo pequeño pero de gran calidad. Recibe su nombre por ese pequeño pico que parece tener y que recuerda al del pequeño pájaro.
Buey de Valles del Esla. Un proyecto de recuperación de la montaña de León a través del desarrollo rural y de sus magníficas carnes de buey pastuenco.
Entre los vinos, no puede uno abandonar León sin probar los espectaculares vino de las denominaciones de origen Bierzo y Tierra de León, que explotan las riquezas de uvas autóctonas como la mencía, godello y, cómo no, prieto picudo, fundamental en los chatos del Barrio Húmedo.
Los más golosos pueden disfrutar del chocolate de Astorga, también famosa por sus mantecadas, o de hojaldres como los nicanores de Boñar.
Texto: Rubén Muñoz para FOOD CyL
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